Existen clientes que nos llaman para solucionar un problema de cucarachas cuando ya han probado todo y nada les ha dado resultado. Son problemas crónicos. Por lo general, son departamentos atestados de cucarachas que se encuentran en edificios viejos, con poco mantemiento y con vecinos poco colaborativos.

 

Cuando vendemos nuestro servicio, les explicamos que nuestros servicios son muy buenos pero no son mágicos. 

 

Estos clientes, de pronto, impacientes por una solución definitiva pretenden que con una sola y aislada intervención se solucionen milagrosamente todos los problemas que vienen acarreando hace años.  Obviamente, eso es imposible.

 

En estos casos, el propósito de la primera intervención es bajar la población. Es normal que se vean cucarachas vivas luego de la misma sobre todo en estos casos crónicos o cuando las condiciones estructurales o sanitarias del lugar no son óptimas.

 

El tratamiento para controlar el problema de cucarachas crónico lleva un tiempo y, cabe aclarar, que no depende únicamente de nuestro servicio.

 

La participación del cliente es fundamental para acortar los tiempos hasta la solución. Es sabido que nuestra tarea, el control de plagas, es un complemento de la limpieza y el orden. Asimismo, son muy importantes todas las acciones tendientes a que no ingresen insectos de afuera y se instalen como por ejemplo: la colocación de telas de mosquitero, colocación de burletes, arreglo de cueritos rotos o pérdidas de agua en baños o cocina, cambio de muebles hinchados, reparación de humedad, colocación de vidrios o azulejos rotos, sellado de grietas y hendiduras en donde se puedan esconder, etc.